1RA EDICIÓN – PROGRAMA MULTIMEDIA “MIRANDO DESDE EL BALCOM” 2024
Todos Santos es una festividad que se realiza el 1ro de noviembre de todos los años, una fiesta donde todos los seres de la tierra se preparan para recibir a las personas que se fueron de ella. El día de Todos Santos, un día donde todas las almitas que están en el cielo bajan a la tierra y se conectan con sus seres queridos.
Las personas que están en la tierra, preparan deliciosas mesas, con diferentes comidas que eran las preferidas por la persona difunta, las adornan con flores y las fotos de las personas a las cuales esperan. En estas mesas hay diferentes cosas que resaltan, como son los panes dulces, en diferentes formas, entre estas, las T’anta wawas, que representan a la persona difunta, las palomitas que son el espíritu santo y las escaleras, que son el medio por el cual las almas bajan y suben del cielo para encontrarse con los seres de la tierra.
La mesa de los difuntos debe estar lista a las 12 del 1ro de noviembre, que según la tradición es la hora en la que bajan las almas a compartir en la mesa, se hace una oración de bienvenida agradeciendo su presencia, dicha mesa es retirada el 2do de noviembre a la misma hora, realizando una oración de despedida.
La Sra. Teresa Martinez nos cuenta como ella vive y vivió Todos Santos desde que era pequeña y el significado que tiene esta festividad para ella y su familia.
Entrevista:
Por otro lado, tenemos a la Sra. Lourdes Álvarez, una señora de 76 años que cuenta era el día de todos santos cuando era solo una niña.
“Por la mañana temprano íbamos a la misa de las 7:20 am, pagábamos una misa a los santos y les pedíamos que intercedan por nosotros y protejan a mi familia”.
Lourdes era la menor de nueve hermanos y hermanas de una familia tarijeña, por las mañanas se iban todos en familia a pedir por su protección y la de todos sus seres queridos.
Volviendo de la misa desayunaban juntos y se alistaban para rezar y estar en armonía y paz dentro de su hogar,
“Terminábamos el desayuno y nos poníamos a rezar, luego alistábamos masitas y otro tipo de comida para servir la mesa a los santos”.
Luego de rezar y servir la mesa para los santos, Lourdes y sus hermanos alistaban la mesa para la hora de almuerzo, su padre era el encargado de la oración, en la cual daban gracias por los alimentos y por la salud de su hogar.
“Mi padre era el encargado de hacer la oración mientras los demás estábamos en silencio, cuando comenzábamos a almorzar nadie decía nada, todos disfrutaban de su comida en paz y tranquilidad, sin peleas ni opiniones que hoy en día se ve en la mesa y es todo un circo, esperábamos a terminar de comer para recién quedarnos a charlar”.
La hora del almuerzo era muy importante para la familia de Lourdes, su padre les enseno que el almuerzo es momento de tranquilidad y paz, hasta incluso para saber que estas comiendo como decía ella, esperaban a que todos terminen de comer en paz y se quedaban a charlar después del almuerzo.
A las 4 de la tarde llegaba la sagrada hora del té,
“4 en punto se tomaba el té, todos juntos como familia ayudándonos y riendo, disfrutando de la estadía familiar. Luego del té, seguíamos rezando y agradeciendo por todo lo que teníamos, y por la presencia de las almas”.
Lourdes explica como cambio el día de todos santos, de como era en su niñez y como es en la actualidad, explica que ahora ya no existe esa paz en la familia, esa tranquilidad y esa unión, sobre todo.
“Cambio mucho lo que era antes, porque se perdió la unión de la familia ante el día de todos santos, ya los jóvenes son más alejados a la familia, prefieren salir, en vez de estar todos en familia ese día, en mi casa éramos nueve hermanos y junto a mis padres compartíamos todo el día juntos”.
El día de todos santos cambio, no solo para la Lourdes sino para todos, ya no existe tanta devoción como años antes, esa unión y paz en las familias se perdió, y ahora la gran mayoría se encuentra alejada e indiferente.