1RA EDICIÓN – PROGRAMA MULTIMEDIA “MIRANDO DESDE EL BALCOM” 2024
Por: Paola Cuevas, Gissel Galeán y Jorge Mustaffá
Son las 19:00, hace ya una hora que el sol se ha ocultado. Los bocinazos indican que la plaza Luis de Fuentes y Vargas está a unas dos cuadras, pero aún así la fila de autos que se dirige ahí no se mueve por minutos. El exceso de autos mantiene las calles estáticas y son los peatones los que avanzan rápido.
15 de abril, casi esquina Sucre, la luz verde del semáforo alerta a los conductores de su oportunidad para avanzar e inmediatamente las bocinas enardecen y presionan al primer auto de la fila a arrancar, aunque en la calle perpendicular, otra fila de autos se ha estancado e impide el paso.
El tráfico vehicular hace que el centro de la ciudad sea un lugar caótico, inundado por contaminación acústica y atmosférica. Las calles se visten y embisten por un desfile de autos, camiones, camionetas, micros y motocicletas. Esta escena es la que se vive todos los días en el centro… el casco viejo de la ciudad, especialmente en las calles que se encuentran dentro de la delimitación de las calles General Trigo, Domingo Paz, Suipacha y Virginio Lema.
Esto afecta tanto a conductores como peatones, pues además de los percances en la movilización, refleja la imagen de una ciudad desordenada y despreocupada por las normas de vialidad.
Un excebrita, Diego Herrera, comenta que en las “horas pico”(7:30 h – 12:00 h -18:00 h) los micros se adueñan de las calles: “Es como si no les interesara si el semáforo está en rojo o verde”, señala, lo que causa la molestia de los conductores particulares, pues “hay mucha rabia en ese tipo de horas” agrega.
Franz Galeán quien es chofer de taxi, denota este problema desde su rubro, calles congestionadas de vehículos donde no se pueden movilizar libremente, además de representar una molestia para los pasajeros que quieren desplazarse rápido.
El especialista en urbanismo, arquitecto Taarek Bustillos, menciona que para lograr la descongestión del centro se debe crear un sistema vehicular: “La solución tendría que plantearse con la planificación de sistema de transporte” involucrando al transporte privado y público, tomando en cuenta la diversidad del transporte público, para así definir vías y orden en la circulación.
Si no se toma conciencia ni se ejecuta una estrategia que considere la integralidad del problema (que tiene que ver con educación vial, educación social, regulación de transitabilidad, etc.) el centro de la ciudad, especialmente el casco viejo, seguirá plagado de caos: calles inundadas de luces cegadoras, bocinas aturdidoras y humo negro. Mientras, parte de la población busca arreglárselas con transportes alternativos como bicicletas, escúteres o, simplemente, ir a pie.