La presencia de estos diminutos contaminantes en nuestro planeta tierra e incluso dentro de nuestro cuerpo, puede llegar a tener efectos que ni nos imaginamos a largo plazo, pues al no poder verlos fácilmente como podemos con otros desechos no le prestamos la atención que merecen.
Más estudios necesitan ser realizados para conocer a profundidad lo que puede causar en nuestra salud, ya que hasta ahora se conoce que estos están presentes en nuestros pulmones e intestinos, y que atacan a las células de nuestro cuerpo, según afirma el Dr. Fabricio Arzabe.
Estos llegan a nuestro organismo a través del agua, el aire, la tierra e incluso en varios de los alimentos que consumimos. Se introducirian en una primera instancia por medio de la ingesta de los animales y posteriormente llegarían a nosotros cuando consumimos los productos derivados de estos, por lo que resulta casi imposible librarnos de ellos.
Son una amenaza silenciosa, de la que poca gente conoce y que está afectando sigilosamente la manera en la que vivimos, por lo que como población debemos de solicitar más información sobre el tema y ser más conscientes sobre el impacto ambiental que dejamos en la tierra.
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